Cómo hacer el sangrado de frenos

Cómo hacer el sangrado de frenos

Dentro del sistema de frenos, el líquido que circula a traves de este constituye un elemento necesario para garantizar su funcionamiento. A medida que pasa el tiempo este fluido atraviesa un proceso de degradación, llegando así al punto en que requiere ser reemplazado.

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Es en esta instancia donde se debe llevar a cabo un proceso conocido como sangrado de frenos, el cual ayudará a que el sistema de frenos del coche se mantenga en óptimas condiciones durante mucho más tiempo. Si no sabes cómo hacerlo descuida. En este post aprenderás cómo hacer un sangrado de frenos y no morir en el intento.

¿Cómo actúa el líquido de frenos?

Una vez que pisas el pedal de freno de tu coche, el líquido dentro de este sistema es puesto en marcha por un émbolo presente en el cilindro maestro. Luego, este líquido es conducido a través de los conductos que se encuentran conectados a los frenos.

Es así como las pastillas de freno que son presionadas por el líquido ejercen presión a su vez sobre los discos de freno del coche y lo ayudan a desacelerar la velocidad hasta detenerse por completo.

Pasos para hacer el sangrado de frenos

Previo a aprender cómo sangrar los frenos de tu coche deberás comprobar el tipo de líquido de frenos que este requiere, procurando luego comprar una cantidad de dos o tres latas de 350 ml cada una (12 onzas). Una vez que tengas el líquido de frenos haz lo siguiente:

  1. Con ayuda de otra persona sitúa el coche en una superficie completamente nivelada. Ubica los puntos de elevación y coloca un gato en cada uno. Luego, procede a retirar las cuatro ruedas.
  2. Ubica cada uno de los tornillos de purga de la pinza y procede a desajustarlos de su posición. Una vez hecho esto reajústalos nuevamente. Esto ayudará a purgar un freno a la vez. Los otros tornillos deberán estar cerrados a fin de impedir la entrada de aire en el sistema.
  3. Después, levanta el capo, ubica el depósito del cilindro maestro de los frenos y comprueba el nivel de líquido que tiene. En caso de estar por debajo del nivel permitido vierte la cantidad faltante de líquido de frenos.
  4. A continuación, realiza el purgado de los frenos comenzando por aquel situado más lejos del cilindro maestro. Entendido esto, toma un tubo transparente de poco mas de 3 cm (¼ de pulgada) y coloca uno de sus extremos sobre el extremo del tornillo de purga del primer freno. El otro extremo del tubo mantenlo sobre un recipiente de recogida como una lata o botella.
  5. Pide a la otra persona que bombee el pedal de freno varias veces hasta sentir que se genera resistencia, instancia en la cual deberá gritar ¡PRESION!, mientras mantiene presionado el pedal. Afloja un poco el tornillo de purga de manera que el líquido ingrese al tubo transparente. Esto hará que el pedal ceda su posición.
  6. Antes de que el pedal ceda por completo su posición la persona a cargo de presionarlo deberá hacerte una señal con la voz o la mano, de manera que en ese momento cierres rápidamente el tornillo.
  7. A continuación, revisa el cilindro maestro y vierte líquido de frenos en caso de que este por debajo de su límite permitido.
  8. Repite los pasos 6 y 7 durante cinco veces en esta posición de la rueda hasta que no haya presencia de burbujas de aire en el líquido que fluye a través del tubo transparente.
  9. Logrado esto, repite el procedimiento descrito en los pasos 6 al 9 con el resto de las ruedas, iniciando desde la más lejana al cilindro maestro.
  10. Finalizado el procedimiento en cada rueda, pide a la persona que presione fuerte el pedal de freno y lo suelte abruptamente. Observa la reacción del líquido dentro del cilindro maestro mientras esto ocurre.
  11. Si se agita mucho significa que aún hay presencia de burbujas, lo cual hará que resulte necesario repetir todo el proceso de sangrado descrito en los pasos anteriores. Si la agitación es leve significará entonces que se ha realizado un correcto sangrado de frenos.
  12. Ajusta nuevamente todos los tornillos de purga e instala las ruedas del coche para terminar el proceso.

Conclusión

Una vez que has aprendido cómo sangrar los frenos de tu coche ya estarás preparado para realizar este procedimiento nuevamente cuando sea requerido. De esta manera, estarás contribuyendo no solo a garantizar el óptimo funcionamiento del sistema de frenos, sino también a reducir el gasto implicado en llevar tu coche al taller para que le apliquen esta técnica.