Cuando se trata del coche, muchos conductores tienden a enfocar sus esfuerzos en hacer que la parte estética siempre se muestre en excelentes condiciones dejando de lado otros aspectos a los cuales resulta necesario prestar atención.
Selección de productos y redacción de Julio L. Profesor de autoescuela
Pasión por dedicarme a mis fotos y salir al campo.
Uno de ellos es la presión de los neumáticos, la cual debe mantenerse en un nivel indicado para garantizar que el funcionamiento de este elemento sea optimo.
Por ello, resulta necesario conocer las diferentes consecuencias que pueden generarse al conducir el coche con los neumáticos desinflados, de manera que enfoques tu atención sobre este asunto y tomes las medidas preventivas correspondientes para evitar que su presión alcance niveles por debajo de lo recomendable.
Consecuencias de llevar los neumáticos con baja presión
No mantener los neumáticos con la presión adecuada puede generar a largo plazo los siguientes problemas:
Mayor gasto en combustible
El ahorro de combustible es un aspecto que se ve perjudicado cuando tienes neumáticos con baja presión. La razón es que un neumático bajo de aire ejerce una gran resistencia durante la rodadura, lo cual hace que el coche se esfuerce por encima del promedio y gaste más combustible al tener que mantener el vehículo en marcha, ocasionando también que el motor haga un ruido como de gruñido. De modo que si inflas los neumáticos de tu coche en la presión adecuada es posible incrementar el kilometraje hasta un 3%.
Perjudica el desempeño del coche durante conducción
Una baja presión en los neumáticos puede tener repercusiones negativas en el manejo del coche en el sentido de hacer que algunas piezas como los flancos y la banda de rodadura sean más propensas a deteriorarse al exigirse de más en su desempeño durante la puesta en marcha del coche.
Esto hace que al final el neumático pierda estabilidad y tracción haciendo que su reacción a los movimientos impulsados por la dirección sea más lenta e imprecisa, ocasionando también que, al momento de frenar, las distancias para realizar esta acción deban ser más extensas de lo normal.
Añadido a esto, una baja presión en los neumáticos puede representar un riesgo para el conductor en una situación donde intente evitar un accidente, ya que sus posibilidades de salir ileso dependerán de que la capacidad de respuesta del coche sea optima, especialmente en lo que se refiere a la tracción al tomar una curva o frenar súbitamente. Con los neumáticos a baja presión estas acciones pierden su eficacia.
Reducción temprana de la vida útil del neumático
Otro problema generado con los neumáticos a baja presión es que esta situación incide negativamente en la vida útil de los neumáticos reduciéndola. Y es que, al tener una baja presión, la superficie del neumático se desgasta mucho más rápido.
Técnicamente, los hombros interiores y exteriores del neumático sufren un desgaste inusual. De perpetuarse esta situación tendrás que llevar a cabo el reemplazo del neumático mucho antes del tiempo previsto.
Conclusión
Tras conocer los diferentes problemas que puede acarrear llevar los neumáticos de tu coche a baja presión o desinflados esperamos que hayas tomado consciencia sobre esta situación de manera que apliques las medidas preventivas para mantener su correcto funcionamiento y evitar que sufran un desgaste acelerado.